El renacimiento del trabajo del hueso

El trabajo del hueso, que experimentó un fuerte retroceso después del Magdaleniense, volverá a manifestarse en el Neolítico con un repertorio renovado y una calidad semejante a la que había alcanzado anteriormente, poniendo de manifiesto la diversificación de actividades artesanales y domésticas que comportó la sedentarización de las sociedades productoras. Este renacimiento se extenderá también al trabajo de la madera, materia prima que se utilizará en muchos casos para la fabricación del mismo utillaje.
Aprovechando huesos largos, costillas, dientes, colmillos y cornamentas de diferentes animales, a menudo los consumidos, se fabricarán diversos utensilios como cucharas, tubos, punzones, agujas, espátulas, cinceles, alisadores; y también otro tipo de objetos como los anillos, colgantes, pasadores y cuentas de collar, empleados para el adorno personal. Además, se elaboran instrumentos musicales a partir de las diáfisis de los huesos largos de las grandes aves.