Sapiens
Hace más de 35.000 años, durante el Paleolítico superior, la especie Homo sapiens comenzó a ocupar el área mediterránea ibérica. La población aumentó gradualmente y las relaciones entre los grupos humanos se hicieron cada vez más complejas. Esto dio lugar a la formación y difusión de diferentes culturas con su particular desarrollo tecnológico, simbólico y artístico. Así, con estos grupos se generaliza la industria lítica laminar y se incorpora hueso y asta en la elaboración de los utensilios; la caza gana eficiencia gracias al uso de las armas arrojadizas; y se desarrollan los rituales funerarios complejos y el arte, en particular el mueble.
Estos grupos continuaron viviendo en cuevas, abrigos y campamentos al aire libre, ya fueran asentamientos base o especializados para la caza o la recolección. Las primeras industrias del Paleolítico superior corresponden al periodo Auriñaciense y se han hallado en la Cova de les Malladetes (Barx). En momentos posteriores, hace unos 32.000 años, el número de yacimientos empieza a aumentar y se introducen novedades que caracterizan el periodo Gravetiense como las láminas de sílex retocadas y los raspadores. Más tarde, hace unos 25.000 años, la península ibérica y Francia se convierten en la cuna de la cultura Solutrense. Periodo que se define por el empleo habitual de la técnica del retoque plano. Se producen distintos tipos de puntas, como las de aletas y pedúnculo o las escotadas del Solutrense superior, documentadas en la Cova del Parpalló (Gandia) y Cova del Volcán del Faro (Cullera), entre otros yacimientos. Finalmente, en el Magdaleniense, que se inicia hace unos 20.000 años, se elabora una gran variedad de objetos de hueso y asta, tanto útiles, como elementos rituales o decorativos.
El estudio de la fauna en yacimientos del área valenciana indica que el predominio de determinados animales está en función de la ubicación de los asentamientos, lo que configura un modelo de caza especializada. La cabra montés aparece muy bien representada en los sitios de interior o de media montaña, mientras que en las cuevas situadas cerca de la costa el ciervo es la especie más cazada. Sin embargo, estos dos herbívoros se encuentran en porcentajes similares en los asentamientos prelitorales.
En la zona mediterránea peninsular las pequeñas presas comienzan a tener un papel relevante en la alimentación humana al menos desde el Gravetiense. El caso del conejo es de especial importancia, ya que sus altas capacidades reproductivas lo convierten en un recurso muy abundante que actúa como complemento en la dieta. Es muy probable que una parte de la carne se conservara a través del ahumado para su consumo posterior. También destaca el aprovechamiento del lince (piel y carne) y de otros recursos al final del periodo, como peces y moluscos, pero que han dejado pocas evidencias.
Vitrinas
Nuevas tecnologías, nuevas culturas
Vitrina 8/9Sapiens introdujo cambios significativos en las técnicas de fabricación de herramientas, generalizó el uso del hueso y el asta como materias primas, y produjo una gran variedad de elementos de adorno y las primeras manifestaciones de arte figurativo.Tecnología punta
Vitrina 10Los enseres para la caza son una parte muy importante del registro arqueológico del Paleolítico superior. Su diversidad habla de cambios culturales y estilísticos a lo largo del periodo.Caza especializada
Vitrina 11Otras estrategias de subsistencia
Vitrina 12Cuevas, abrigos y campamentos
Vitrina 13Las poblaciones del Paleolítico superior continuaron viviendo en cuevas, abrigos y campamentos al aire libre. Espacios de habitación donde realizaban las actividades cotidianas de subsistencia y elaboración de bienes.Sapiens
Vitrina 16Reconstruir los ecosistemas
Vitrina 17